Claudia no tenía una máquina del tiempo, y si la hubiese tenido, hubiese vuelto una y otra vez al mismo día: El momentomás importante de su vida. Pensaba en eso a ratos, pero cada día la sensación era más deslavada y abstracta. Fue algo grande, muy grande, y los conceptos abstractos del lenguaje habían reemplazado a la cadena de acontecimientos y sensaciones. Era un día gris de oficina, lo mejor del día estaba a tres horas y era la salida de ese lugar infernal, donde un segundo duraba cinco, y nunca nada sucedía que valiese la pena. Hoy era "Algo grande". Claudia no tenía idea que el concepto seguiría convirtiéndose en lo que había pasado, hasta llegar a ser "Algo que parece que fue bueno". Terminaría por olvidar completamente el nombre de la persona que puedo haber sido el hombre de su vida. En su corazón se iría desapareciendo la capacidad de sorprenderse y amar espontáneamente. La magia es algo inventado por los publicistas. Con frases como "No existe tal cosa como el detergente mágico, así que ni hablar del gran amor de una sola vez en la vida", terminaría por convencerse que nada era importante. Había un secreto escondido entre los ribetes de la melancolía, pero no lo iba a descubrir en esta reencarnación al menos.
16 años antes.
Cuando cerró sus ojos continuaba viendo frente a ella aquel rostro. Le hacía sentir tanto amor, que pensó que algo se había roto dentro de ella. Buscó el origen del caudal de sentimientos, hasta que se sintió en una especia de cascada de amor. Definitivamente existía algo que contenía el amor en el interior de las personas, y este hombre se lo había roto. Pensó en todos los poemas que le iba a escribir, y en todas las noches en que pensaría en él antes de dormir. Pensó en como iban a ser sus futuros hijos, pensó en que Dios si existía y la había premiado. Sintió que el resto de su vida iba a vivir por él. Tuvo la certeza de que su misión en la vida iba a ser para siempre complacerle en todo. Ser su amiga, amante, madre, esclava, puta, cómplice y cualquier otro término aplicable. Siguió pensando el él hasta que se durmió.
Como las grandes cosas del universo, esto solo fue una casualidad. Ella estaba soltera y él también. Hablaron de cosas triviales, se gustaron de inmediato. Ambos sintieron la electricidad de la química, el deseo de enredarse desnudos mutuamente entre las sábanas de alguna cama en el mundo. Hablaron y hablaron y a cada frase, a cada aseveración, a cada gesto, duda, comentario, risa, y coqueteos varios se deseaban más y más. La conversación fluyó por horas, ambos tenían claro que en ese momento el universo debería haberse detenido (De hecho se detuvo) para que el momento en que se conocían se hiciese eterno y dejara miles de cosas que recordar. Si había que dar un origen de todo lo que sucedió entre ellos, sin duda era esa noche, con apenas un par de estrellas brillantes, el aroma a lluvia, el ruido intermitente de la tormenta en el exterior, el frío y los nervios de cualquier primera vez que vale la pena, y mucho más.
Nuevamente hoy.
"Si hubiese resultado, hubiese resultado. Por algo pasan las cosas". Esas ideas la dejaron más tranquila. Además, Claudia no recordaba los detalles. No existían vestigios de las neuronas que alguna vez habitaron dentro de su corazón y que casi lo tuvieron a punto de estalar pensando en perpetuar a la humanidad perfecta a través del amor romántico entre ella y él. Una noche estaba acostada viendo la televisión. Un famoso médico hablaba del enamoramiento y otros mecanismos cuya función final es hacer los humanos se reproduzcan. Un espectador llamó por teléfono y dijo que la sucesión de instantes hacen el tiempo, como la sucesión de palabras forman esta historia. Los finales son instantes, los principios son instantes. Armar un cuento a partir de retazos que habitan en la memoria por haber sido hitos supuestamente importantes es un error: Quizás el instante que duró el primer beso fue más valioso que el instante en que él le confesó que ya no la amaba. Cuando Claudia esuchó este gran secreto una parte de ella se llenó de luz. Esa luz le ayudó de alguna forma a encontrar un camino que le iba a dar muchas alegrías y aportaría una paleta llena de colorido al gris de su vida.
sábado, 18 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
El practicante
Una historia Zen en versión Kobaliana.
Dice más o menos así: Había una anciana que permitió a un joven aspirante a la iluminación vivir en una humilde mediagua en su patio. Ella le daba un espacio, algo de comer, y lo dejaba en paz, contribuyendo de esa forma a la humanidad, permitiendo el posible nacimiento de un hombre santo. A los 10 años, la señora decidió ver si el joven había logrado iluminarse un poco que fuera, ya que -como no ponía niuno ni para la cuenta del TV Cable- era hora de tasar su progreso. Si había avances, todo bien en mantenerlo ahí, pero si no, mejor que se fuera y arriendar la mediagua por unas pocas monedas a alguien. Para este fin, la señora fue al sector de Suecia con Holley a buscar una prostituta. Encontró a una chica joven, bastante sexy, voluptuosa y provocativa. La llevó a su casa y le pidió que simulara estar más caliente que horno crematorio, y sedujera al joven aspirante a la iluminación. Dicho y hecho. La mujer intentó por todos los medios seducir al joven, sin embargo fracasó. La señora le preguntó a la joven que había pasado, y ella le dijo "El compadre me dijo no hay mano conmigo. No me interesa." La señora entonces llamó a los pacos y lo echó cagando de su casa.
"Está bien que no haya cedido a la tentación, pero no mostró ninguna compasión contigo".
Dice más o menos así: Había una anciana que permitió a un joven aspirante a la iluminación vivir en una humilde mediagua en su patio. Ella le daba un espacio, algo de comer, y lo dejaba en paz, contribuyendo de esa forma a la humanidad, permitiendo el posible nacimiento de un hombre santo. A los 10 años, la señora decidió ver si el joven había logrado iluminarse un poco que fuera, ya que -como no ponía niuno ni para la cuenta del TV Cable- era hora de tasar su progreso. Si había avances, todo bien en mantenerlo ahí, pero si no, mejor que se fuera y arriendar la mediagua por unas pocas monedas a alguien. Para este fin, la señora fue al sector de Suecia con Holley a buscar una prostituta. Encontró a una chica joven, bastante sexy, voluptuosa y provocativa. La llevó a su casa y le pidió que simulara estar más caliente que horno crematorio, y sedujera al joven aspirante a la iluminación. Dicho y hecho. La mujer intentó por todos los medios seducir al joven, sin embargo fracasó. La señora le preguntó a la joven que había pasado, y ella le dijo "El compadre me dijo no hay mano conmigo. No me interesa." La señora entonces llamó a los pacos y lo echó cagando de su casa.
"Está bien que no haya cedido a la tentación, pero no mostró ninguna compasión contigo".
El blog de las estúpidas
La vida me ha enseñado que la humildad es una tremenda virtud. Como soy medio artista (rasca) el ego desmedido ha sido siempre un fantasma al que enfrentar. El problema sin embargo tiene que ver con el sentido del humor de las personas. Por lo general hago chistes diciendo que soy un genio, o sexy, o simplemente una maravilla. Es humor. Podría también estar siempre riéndome de los nazis o de los comunistas, o de los pulpos iluminati del espacio exterior. Como sea, pensaba que en el facebook tengo como 500 amigos, de los cuales unos 30 serán amigos en serio. El resto es gente que apenas me conoce. De los 30 amigos en serio, ¿Cuántos me conocen? Ni idea. Quizás ninguno. La gente no tiene porqué conocerme, ni entender mi humor, ni nada. Nadie está obligado, y no es importante hacerlo. Sin embargo, hablo de mi humor. Me fascina el humor incorrecto, brutal, pero inteligente. El lado inteligente de las cosas para mi es fundamental. Encuentro sexy la inteligencia. Y la falta de ella me parece ultra matapasiones. Analicemos un caso. En una reunión social alguien hace un comentario estúpido como por ejemplo "Tan buenos que son los empresarios porque ayudan a otros". Si escucho algo así, de inmediato se me ocurren como ochocientos chistes. Cuando hago un chiste, la meta es que todos rían. O en último caso, me río yo solo. El problema es el sentido del humor ajeno. No todo el mundo está curtido en el arte del humorismo. Por lo que mi chiste eventualmente puede ser tomado como "desubicación", "resentimiento", "fomedad". Me voy a detener en cada punto. Ser "desubicado" significa algo así como "No es el momento ni el lugar para decir lo que dijiste". Al respecto creo que la vida es tan corta, que todo momento y lugar son adecuados para el humor. Pero claro. Hay una línea casi invisible entre ser desubicado y no serlo. Y cada caso es único. "Resentimiento" significa que el chiste -en cualquier caso- es por envidia, por rabia, o por cualquier razón que involucre que me estoy burlando porque soy una persona con el corazón llena de odio hacia el objeto de mi humor. Sin embargo, jamás es así: Yo me río porque me da risa no más. Finalmente la fomedad. Si el chiste resulta no-cómico, nadie se debería reír, pero el humor es algo tan subjetivo, que a veces las cosas dan risa por no tener gracia alguna. Entonces volviendo al tema original, el humor tiene y se rige por sus propias reglas únicas, que no aplican tampoco: Por eso, algo puede dar risa porque sí, algo puede dar risa por rebuscado, por aburrido, por desubicado, etc. Debe costar un mundo entender mi humor, como el de cada persona. Pero ahí entra la humildad. Debo decir humildemente que mi humor es horrendo. Y volviendo al tema del arte, cuando digo que soy un artista "rasca", es una mezcla de humor con humildad. Al lado de Boticelli soy un mojón. Pero al lado de otros quizás me defiendo un poco. Humildad no es tirarse al piso, es conocer la propia valía y no pensar que uno tiene mayor importancia de la que en verdad tiene. Y cómo podemos sentirnos importantes, si no sabemos por qué estamos aquí, y no sabemos nada. No sabemos como no romper un corazón. No sabemos detener el sufrimiento ajeno, no sabemos si callar o no. No sabemos nada en verdad. Y como somos tan insignificantes en comparación con el infinito, bailamos mientras la llama arde, y durante la danza, todo parece un poco más soportable.
Todo lo que nos hace sentir mejores a otros es obra de Dios. O de la casualidad. ¿Somos inmensamente ricos si tenemos un castillo en Italia, o somos inmensamente ricos si tenemos un jardín con hermosas plantas? Creo que somos inmensamente ricos si amamos y valoramos lo que tenemos. Un niño pobre con un juguete remendado es inmensamente feliz. Un adulto con casa propia y la última cuota de su auto pagada, puede no ser inmensamente feliz: Como siempre sostengo, la felicidad es una opinión. Si yo creo ser feliz lo soy. Y si pienso que soy infeliz, lo soy. La felicidad es un estado mental. No tiene que ver con logros, posesiones materiales, ni nada. Y las cosas que nos hacen sentir bien son solo accidentes azarosos. Alguien me podrá decir: "Hey yo me saqué la mierda para conseguir esto, por lo que no es azar, es fruto de mi esfuerzo". Sin embargo, hay una serie de hechos que llevaron a conseguir el logro, y esta serie de hechos fundamentales para la construcción del suceso, escapan a cualquier razón controlable: La belleza, la sabiduría, el talento, la salud, todo es fruto del azar (O de Dios). Eso no quita que los humanos hagamos todo lo posible para que el destino sea lo que queremos que sea, y no lo que será sin nuestra intervención. Fruto de ello es la ciencia, el arte y otros hechos humanos.
Todo lo anterior a título de blogs de mujeres imbéciles que he tenido la suerte de leer. Como me dijo mi amigo Ignacio al respecto "Es la gracia de la democratización de los medios". Como lo predijo McLuhan, los medios se terminan mordiendo su propia cola, como un ouroboros, pero descerebrado. En estos blogs hay dos cosas que hacen que cualquier lector avispado sepa que pisa terrenos llenos de estiércol (No quise poner mierda porque es demasiado hardcore). Estas cosas son el humor y la humildad. En general estas minas se esmeran en parecer inteligentes, lo cual es patético, ya que deja en claro su estupidez. Si los textos fueran casuales y llenos de humor, esta característica pasaría desapercibida, pero por la falta de humor se hace tan evidente, que cualquier cosa se lee como "Hola, léanme soy una estúpida". Por otro lado la falta de humildad hace el resto. Se las dan de poetas, de escritoras, de gente cultísima que maneja idiomas, mencionan como fuentes medios de comunicación super flaites, y todo para hablar boludeces. Cuando mis amiguetes me envían estos links, soy el primero en celebrarlos y enviarlos a todo el mundo para que disfruten de la sana lectura. En este caso el humor está en quién lee el mensaje, cosa que el autor original (La imbécil que escribe) no debe ni sospechar. O si lo sospecha, como está cegada por su tontera, debe creer que los comentarios son por resentimiento o ignorancia. ¿Me parece cuestionable que alguien escriba tanta mongolidad? No, todo lo contrario. Creo que el ejercicio de desarrollar un hobby es muy bueno. Les servirá para desahogarse supongo. Creo por lo mismo, que todo el mundo debería dibujar, tomar fotos, hacer música y hacer todo lo que hacen los "artistas". En el futuro, estoy convencido que gran parte de la oferta mediática serán canales de comunicación locales: El canal de mi amigo, el de mi primo, etc.
Así que ya saben: Vayan y lean blogs de minas tontas. Si usted tiene buen sentido del humor lo pasará muy bien. Por otro lado si usted es una mina imbécil, piense que yo soy un resentido y sea feliz. Oh !! Y por favor siga escupiendo imbecilidades al mundo. Como dijo Clowes: Proporcionen material a este artista !! :D
Todo lo que nos hace sentir mejores a otros es obra de Dios. O de la casualidad. ¿Somos inmensamente ricos si tenemos un castillo en Italia, o somos inmensamente ricos si tenemos un jardín con hermosas plantas? Creo que somos inmensamente ricos si amamos y valoramos lo que tenemos. Un niño pobre con un juguete remendado es inmensamente feliz. Un adulto con casa propia y la última cuota de su auto pagada, puede no ser inmensamente feliz: Como siempre sostengo, la felicidad es una opinión. Si yo creo ser feliz lo soy. Y si pienso que soy infeliz, lo soy. La felicidad es un estado mental. No tiene que ver con logros, posesiones materiales, ni nada. Y las cosas que nos hacen sentir bien son solo accidentes azarosos. Alguien me podrá decir: "Hey yo me saqué la mierda para conseguir esto, por lo que no es azar, es fruto de mi esfuerzo". Sin embargo, hay una serie de hechos que llevaron a conseguir el logro, y esta serie de hechos fundamentales para la construcción del suceso, escapan a cualquier razón controlable: La belleza, la sabiduría, el talento, la salud, todo es fruto del azar (O de Dios). Eso no quita que los humanos hagamos todo lo posible para que el destino sea lo que queremos que sea, y no lo que será sin nuestra intervención. Fruto de ello es la ciencia, el arte y otros hechos humanos.
Todo lo anterior a título de blogs de mujeres imbéciles que he tenido la suerte de leer. Como me dijo mi amigo Ignacio al respecto "Es la gracia de la democratización de los medios". Como lo predijo McLuhan, los medios se terminan mordiendo su propia cola, como un ouroboros, pero descerebrado. En estos blogs hay dos cosas que hacen que cualquier lector avispado sepa que pisa terrenos llenos de estiércol (No quise poner mierda porque es demasiado hardcore). Estas cosas son el humor y la humildad. En general estas minas se esmeran en parecer inteligentes, lo cual es patético, ya que deja en claro su estupidez. Si los textos fueran casuales y llenos de humor, esta característica pasaría desapercibida, pero por la falta de humor se hace tan evidente, que cualquier cosa se lee como "Hola, léanme soy una estúpida". Por otro lado la falta de humildad hace el resto. Se las dan de poetas, de escritoras, de gente cultísima que maneja idiomas, mencionan como fuentes medios de comunicación super flaites, y todo para hablar boludeces. Cuando mis amiguetes me envían estos links, soy el primero en celebrarlos y enviarlos a todo el mundo para que disfruten de la sana lectura. En este caso el humor está en quién lee el mensaje, cosa que el autor original (La imbécil que escribe) no debe ni sospechar. O si lo sospecha, como está cegada por su tontera, debe creer que los comentarios son por resentimiento o ignorancia. ¿Me parece cuestionable que alguien escriba tanta mongolidad? No, todo lo contrario. Creo que el ejercicio de desarrollar un hobby es muy bueno. Les servirá para desahogarse supongo. Creo por lo mismo, que todo el mundo debería dibujar, tomar fotos, hacer música y hacer todo lo que hacen los "artistas". En el futuro, estoy convencido que gran parte de la oferta mediática serán canales de comunicación locales: El canal de mi amigo, el de mi primo, etc.
Así que ya saben: Vayan y lean blogs de minas tontas. Si usted tiene buen sentido del humor lo pasará muy bien. Por otro lado si usted es una mina imbécil, piense que yo soy un resentido y sea feliz. Oh !! Y por favor siga escupiendo imbecilidades al mundo. Como dijo Clowes: Proporcionen material a este artista !! :D
Hasta siempre hermosa
Gracias por haber estado conmigo tanto tiempo.
Espero encontrarte en el puente del arcoiris algún día.
Estarás por siempre en mi corazón y en mis recuerdos más lindos.
Espero encontrarte en el puente del arcoiris algún día.
Estarás por siempre en mi corazón y en mis recuerdos más lindos.
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