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Ilustración: Gianfranco Fortunatti |
Lo lamento. Trato de que no se note, pero a veces se me escapa algún comentario, o pregunto a alguien en común. Ocasionalmente veo el Facebook o el Twitter. O alguna situación me lleva a algún pensamiento. Siempre espero que estén bien. Que crezcan. Que sean felices. Que enderecen el camino, si es que se les torció en algún arranque de tomar las riendas de la vida de manera errónea. No hay nada que perdonar, ya pasó. En mi mente, atesoro los momentos felices y me reconfortan. A veces es mejor dar un paso al costado, o salir arrancando en un avión. Pero las risas, los llantos y los momentos no se rompen junto a los papeles, ni desaparecen junto con los kilobytes. Cada día es el futuro que no pasamos juntos, pero a la distancia y el tiempo, la felicidad pasajera se ha convertido en un ideal. Cariños. Nos recordaremos. Por mi parte, con mucho amor.
Chile, Fines del verano de 2014.